Aplicaciones no cosméticas del botox que seguro desconoces (y son más importantes).


Las aplicaciones no cosméticas del botox son varias, aunque a nivel de conocimiento público queden relegadas a un segundo plano. Injustamente, porque en esas otras aplicaciones tiene mayor importancia.

clostridium-botulinum

El botox o toxina botulínica tipo A es muy conocido por su uso en el campo de la estética. Donde hay bótox no hay arrugas, podría decir un comercial, sin embargo, está toxina, mortal en grandes cantidades, tiene muchas aplicaciones que van dirigidas no solo a mejorar nuestra imagen, sino también nuestra salud.

¿Qué es el botox?

El botox es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum y constituye uno de los venenos más poderosos que existen. Siendo más precisos, BOTOX fue la primera fórmula de esta toxina que se usó para tratar enfermedades y que se comercializó.

Como agente de intoxicación o envenenamiento, la toxina produce el botulismo, enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva, que puede llegar a ser causa de muerte al afectar la función respiratoria.

Paradójicamente, su capacidad para producir parálisis muscular ha llevado a que sea usada como producto cosmético y para tratamiento estético de las arrugas faciales.

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¿Qué otros usos tiene la toxina botulínica?

aplicaciones no cosméticas del botox

Los primeros usos clínicos de la toxina botulínica fueron en la década del 70. Se empleó para tratar el estrabismo infantil debido a qué se creyó que esta sustancia, en dosis muy bajas, podría conseguir paralizar músculos que estuviesen contrayéndose en exceso. Y funcionó.

Desde entonces comenzó a utilizarse en trastornos del movimiento, sobre todo en formas de distonía, una enfermedad que provoca espasmos musculares en la mano, el pie, tronco, boca, etc., para paralizar aquellos músculos que se están contrayendo en exceso. También se ha usado para los tics, el temblor y la espasticidad. Además, entre otras aplicaciones, el bótox puede usarse como:

  • Calmante contra el dolor de cabeza: Es algo novedoso, pero parece que muy efectivo. En vez de ingerirlo por vía oral, se inyecta en la piel del cráneo. Debido a sus poderosas propiedades es importante que solo se utilice por prescripción médica y que sea el médico quien lo administre.
  • Alivio de la vejiga hiperactiva: Al hablar de vejiga hiperactiva nos referimos a un problema clínico en que la vejiga se contrae sola, sin que la persona lo desee, lo que lleva a incontinencia urinaria. Es una alteración que aparece más comúnmente en personas con párkinson, esclerosis múltiple o paraplejia.
  • Inhibidor del exceso de sudoración: Uno de los usos más conocidos de la toxina botulínica es en el tratamiento de la hiperhidrosis, una patología cuyo efecto es una sudoración excesiva que puede llegar a convertirse en un problema notable en la vida de quien la padece. En este caso la toxina botulínica es aplicada de forma local por debajo de la piel y ha revolucionado el manejo de estos pacientes.


En realidad, el botox tiene alrededor de un centenar de aplicaciones médicas. En el párkinson se ha probado como tratamiento para la salivación excesiva, el congelamiento de la marcha y hasta para el estreñimiento.

Con estas informaciones, seguramente la próxima vez que escuches la palabra botox te preguntes para qué lo habrán empleado Porque ya sabes, no es solo para las arrugas.

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Referencias bibliográficas

Aplicaciones no estéticas del bótox. Disponible en http://www.consumer.es/web/es/salud/atencion_sanitaria/2015/07/08/222186.php#sthash.Hr67Fvmi.dpuf

Uses of botulinum toxin injection in medicine today. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1128745/