El tratamiento de la demencia vascular


El tratamiento de la demencia vascular no es curativo, pero sí puede ayudar a evitar un deterioro acelerado del paciente.

El tratamiento de la demencia vascular tiene una opción de la que carecen otras demencias: la posibilidad de prevenir, hasta cierto punto, la ocurrencia de nuevos daños al cerebro. Por eso al hablar de terapias para la demencia vascular hay que centrarse en dos líneas fundamentales:

  • Tratamiento dirigido al manejo de los síntomas
  • Tratamiento orientado a prevenir nuevos eventos vasculares

Ambos tipos de tratamientos pueden conllevar, o no, el empleo de fármacos, en esos casos hablaríamos de terapias farmacológicas y terapias no farmacológicas respectivamente.
Sobre todo eso seguiremos hablando en los párrafos siguientes, pero antes explicaremos qué es la demencia vascular, así comprenderás mejor la importancia de la prevención.

¿Qué es la demencia vascular?

Cuando una persona tiene demencia, más allá de su origen, experimenta un deterioro tan marcado de procesos como la atención, la memoria, la capacidad de organizarse y tomar decisiones, etc. que gradualmente le va siendo imposible vivir sin ayuda de los demás.

La demencia puede ser causada por muchas enfermedades. A nivel mundial la enfermedad que más casos de demencia provoca es la enfermedad de Alzheimer y la segunda, las enfermedades vasculares que provocan demencia vascular.

Esta demencia ocurre cuando en el cerebro mueren células como consecuencia de un trastorno vascular, digamos un ictus.

Si una persona—como suele ocurrir en no pocos casos—experimenta en repetidas ocasiones los llamados microinfartos, entonces el daño al cerebro se irá acumulando y los síntomas de demencia serán más importantes.

También te puede interesar leer: ¿Alzhéimer o demencia vascular? Te contamos las diferencias.

Tratamiento preventivo de la demencia vascular

Con la explicación anterior seguro ya se ha hecho evidente la importancia de prevenir nuevos trastornos vasculares. Por eso es clave seguir las recomendaciones del médico.

Dependiendo del tipo de evento vascular que ha experimentado la persona, es posible que el médico prescriba:

  • Fármacos para controlar la hipertensión
  • Medicamentos para disminuir los niveles de colesterol
  • Anticoagulantes

La actividad física es clave en esta estrategia de prevención. Habla con el médico sobre las particularidades del caso, para adaptar la actividad deportiva a las condiciones de salud de la persona, pero ya sabes ¡a caminar!

También te puede interesar leer: Demencia senil síntomas, tipos, causas y tratamientos.

Demencia vascular tratamiento: manejo de los síntomas de demencia

Llegamos a la parte que generalmente más preocupa a la familia ¿Cómo detener los síntomas de demencia? Lamentablemente, hasta el momento, no existe una cura para la demencia ni para detener la evolución de las fases de la demencia vascular.

Incluso, tampoco existen fármacos específicamente aprobados para el manejo de los síntomas de demencia vascular, sino que se usan los que ya están en el mercado para otras condiciones médicas, como el alzhéimer.

demencia vascular tratamiento

De los fármacos que hay para el alzhéimer hay dos que parecen provocar ciertos beneficios en el control de síntomas como las alteraciones de memoria y del comportamiento: la memantina, que es más efectiva en fase moderada de la demencia, y el donepezilo.

Para ambos las investigaciones realizadas hasta el momento, aunque no resultan suficientes ni en número ni en calidad, apuntan a ciertos beneficios modestos.

Es decir, el enfermo y su familia pueden esperar ver una mejora temporal de algunos síntomas, algo que con el tiempo será menos evidente.

El tratamiento de la demencia vascular también puede pasar por el empleo de otros compuestos que han sido más o menos investigados.

Por ejemplo, dependiendo del criterio del médico que maneja el caso, la persona con demencia vascular puede llegar a tomar ácido fólico, somazina o nicergolina.

Desde el punto de vista no farmacológico la investigación sobre la efectividad de algunas terapias es mucho más escasa. Para esto los profesionales también se apoyan en tratamientos empleados habitualmente en otras condiciones.

Cada día es más común que las personas con demencia reciban estimulación cognitiva, que no es más que un grupo de actividades diseñadas para estimular procesos mentales como la memoria o el lenguaje.

La fisioterapia o la terapia ocupacional también son muy útiles, además de ayudar con las posibles secuelas físicas y funcionales que pudo haber dejado tras sí un ACV (si es el caso).

También te puede interesar leer: Ictus y demencia: así de estrecha es la relación.

Referencias

Baskys y Hou (2007): Vascular dementia: Pharmacological treatment approaches and perspectives. Clin Interv Aging. Disponible en

NHS Choises: Treatments for vascular dementia.

Dunia Chappotin