La demencia, antes llamada demencia senil, implica el deterioro del funcionamiento mental a grado tal, que convierte a la persona en dependiente de los demás para sobrevivir. No tiene cura, pero sí tratamiento farmacológico y no farmacológico.
La Organización Mundial de la Salud define la demencia como:
Un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal.
Las personas con demencia experimentarán un deterioro progresivo, es decir, que avanza con el tiempo, de procesos como la memoria, la atención, el lenguaje, la función ejecutiva o la capacidad de concentración.
Estos procesos son los llamados procesos cognitivos y su afectación se llama deterioro cognitivo.
En la mayoría de casos de demencia, el deterioro cognitivo no se puede detener ni es reversible.
Su avance implica que la persona afectada irá perdiendo habilidades para el desarrollo de la vida diaria y eventualmente será dependiente de los que le rodean para sobrevivir.
En la actualidad la demencia no tiene cura ni se puede detener su avance, pero sí existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que mejoran la calidad de vida del afectado
¿Qué es la demencia senil?
Demencia senil es el término que antiguamente se empleaba para hacer referencia a la demencia y aún sigue siendo muy usado en la población general.
Es un término en desuso entre los profesionales porque implica que la demencia solo aparece en personas mayores de 65 años, una idea incorrecta.
La demencia puede afectar a personas de cualquier edad, aunque la gran mayoría de afectados son adultos mayores.
Principales síntomas de demencia
Los síntomas de demencia varían dependiendo de la causa de la demencia, un tema sobre el que hablaremos más adelante.
Entre los síntomas más comunes están:
- Pérdida de memoria que al comienzo puede manifestarse en el olvido de eventos recientes, la llamada amnesia anterograda, mientras sigue recordando eventos del pasado.
- Desorientación espacial, la persona no sabe cómo orientarse en un lugar que antes era familiar.
- Desorientación temporal que se manifiesta en la incapacidad para reconocer la fecha actual.
- Dificultad para comprender información nueva.
- Dificultad para pensar y resolver problemas.
- Cambios afectivos y del comportamiento como apatía, agitación y depresión.
- Dificultades con el lenguaje, por ejemplo, problemas para encontrar la palabra adecuada o dificultad para nombrar objetos.
Causas de demencia
Es importante comprender que la demencia puede estar causada por decenas de enfermedades y descubrir qué está causando demencia en un caso particular, puede determinar el tratamiento.
Más de 100 enfermedades pueden causar demencia. La demencia es el resultado final de una enfermedad, como los síntomas del catarro responden a un virus que es diferente cada vez.
Aunque en todos los casos de demencia hay afectación de células nerviosas y la función mental, la causa que lleva a ese estado varía.
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia en el mundo, justificando más del 80% de los casos.
Pero hay otras enfermedades que pueden estar provocando demencia en ti o en tu familiar. Entre las más comunes están:
- Enfermedad vascular(microinfartos, ictus, otras afectaciones al flujo sanguíneo cerebral). Causa la demencia vascular
- Enfermedad con cuerpos de Lewy. Provoca demencia con cuerpos de Lewy demencia asociada a la enfermedad de Parkinson.
- Enfermedad de Huntington. Provoca demencia asociada a la enfermedad de Huntington.
- Degeneración frontotemporal, origen de la demencia frontotemporal y la afasia progresiva primaria
- Encefalopatías.Puede causar muchos tipos de demencia, por ejemplo, la llamada demencia del pugilista, que se origina en la encefalopatía traumática crónica.
¿Qué causa las enfermedades que llevan a la demencia?
La realidad es que apenas se sabe en la mayoría de los casos.
Por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer, que es la causa más común, se conoce que en el cerebro de los enfermos se comienzan a acumular unas proteínas que resultan tóxicas a las neuronas, pero ¿por qué en unas personas ocurre esto y en otras no? No se sabe.
En el Parkinson, algunos casos de demencia frontotemporal, y la demencia con cuerpos de Lewy ocurre algo semejante, es decir, se acumulan proteínas dañinas para el cerebro.
Otros casos, como el Huntington, responden directamente a causas genéticas.
Factores de riesgo de demencia
Cuando se han realizado estudios durante mucho tiempo a grupos numerosos de individuos, se han observado factores que pueden aumentar el riesgo de demencia.
Para el alzhéimer, por ejemplo:
- La edad, sin dudas el factor de riesgo fundamental y no modificable.
- La presencia de algunas variantes genéticas, otro factor no modificable.
- Factores de riesgo vascular como presión arterial alta, diabetes y tabaquismo, factores de riesgo modificables mediante el estilo de vida.
Tipos de demencia. Síntomas específicos
Demencia probable debido a la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la primera causa de demencia en el mundo.
Su origen se vincula a la acumulación en el interior de las neuronas de una sustancia tóxica llamada beta amiloide.
En el alzhéimer predominan los síntomas de demencia que la mayoría conocemos, como pérdida de memoria progresiva, dificultades para encontrar las palabras adecuadas y expresar una idea o desorientación en lugares conocidos.
A medida que la enfermedad avanza, la persona afectada dependerá de los otros para realizar actividades diarias básicas como ducharse, comer o vestirse.
→ Más sobre el alzhéimer en este artículo.
Demencia vascular
La demencia vascular es la segunda más frecuente en el mundo por detrás de la demencia causada por alzhéimer.
Es un tipo de demencia causada por alteraciones en el flujo sanguíneo cerebral.
En muchas ocasiones la demencia vascular se hace evidente porque previamente la persona ha experimentado algún tipo de evento vascular, como un ictus.
Inicialmente en este tipo de demencia puede que la memoria no esté afectada.
Los síntomas dependerán de la zona del cerebro que ha sufrido daño.
Generalmente se puede observar cómo la persona tiene más dificultades para realizar actividades que antes le eran muy familiares, como hacer la compra.
También suele ser una afectación temprana la incontinencia urinaria.
En este caso la demencia progresa escalonadamente, no de forma tan lineal como el alzhéimer.
→ Más sobre la demencia vascular en este artículo.
Demencia con cuerpos de Lewy
La demencia por cuerpos de Lewy se caracteriza por el surgimiento desde las primeras fases de alucinaciones, especialmente visuales.
El enfermo dice ver cosas que en realidad no existen, como una persona extraña dentro de la habitación.
Además, las fluctuaciones del estado mental son bruscas.
En un mismo día pueden llegar a estar muy orientados y a las pocas horas, mostrarse agitados e incapaces de mantener la atención centrada.
Otra característica central de la demencia con cuerpos de Lewy es el parkinsonismo, es decir, síntomas muy semejantes a los que tienen lugar en las personas con párkinson.
Un afectado por esta demencia tiene inestabilidad postural, movimientos lentos y rigidez muscular, también puede aparecer temblor, aunque en menor medida.
→ Más sobre la demencia con cuerpos de Lewy en este artículo.
Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson
La demencia que surge como resultado de la enfermedad de Parkinson en realidad también está respondiendo a las mismas causas de la demencia con cuerpos de Lewy. Digamos que pertenecen a la misma familia.
En el caso de las personas con párkinson lo más común es que el deterioro de las funciones mentales aparezca como mínimo un año después de iniciado los síntomas motores.
Es importante decir que no todos los afectados por párkinson terminan desarrollando demencia, algo que sí sucede en los que padecen demencia con cuerpos de Lewy.
Estas son los tipos y síntomas más frecuentes de demencia senil. La demencia frontotemporal, si bien responde por un gran número de casos, aparece muchas veces antes de los 65 años.
→ Más sobre la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson en este artículo.
Demencia frontotemporal
La demencia frontemporal se caracteriza por la atrofia del lóbulo frontal y del lóbulo temporal.
La afectación a estas áreas del cerebro provoca profundas alteraciones del comportamiento y la autoregulación en situaciones sociales.
Existen tres subtipos de demencia frontotemporal y dependiendo del que prevalezca, podrá observarse:
- Falta de empatía.
- Conductas deshinibidas e inadecuadas socialmente.
- Apatía
- Consumo descontrolado de comida, alcohol o tabaco.
En la demencia frontotemporal, el comportamiento inapropiado suele anteceder a las alteraciones de procesos como la memoria, por eso el diagnóstico de demencia suele ser un reto mayor.
→ Más sobre la demencia frontotemporal en este artículo.
Tratamiento de la demencia
El tratamiento es una de las razones fundamentales por las que es importante distinguir los tipos de demencia.
Si bien en la actualidad la demencia no tiene cura, sí hay tratamientos sintomáticos, tanto farmacológicos como no farmacológicos, que ayudan modestamente.
En el caso del Alzheimer:
- Existen fármacos aprobados para el tratamiento de las fases leve y moderadas de la enfermedad. Entre ellos está el donepezilo y la memantina. Repetimos que no curan ni cambian el curso de la enfermedad, pero ayudan por un periodo a controlar algunos síntomas.
- Dependiendo de los síntomas, otros fármacos pueden ser recetados por el profesional que atiende el caso, por ejemplo, si hay depresión, antidepresivos.
- Las terapias no farmacológicas que pueden aplicar psicólogos, fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales ayudan a enlentecer el ritmo al que la persona va perdiendo habilidades. Estas terapias generalmente consisten en una serie de actividades que estimulan tanto el cuerpo como la mente del enfermo.
- La familia también puede ayudar a mantener activa a la persona con demencia, por ejemplo, con ejercicios de estimulación cognitiva que puede encontrar en Internet o en librerías, saliendo a caminar mientras sea posible y manteniendo vivas las relaciones y el intercambio con otras personas.
En los otros tipos de demencia:
- No hay fármacos aprobados específicamente para los otros tipos de demencia. La persona seguirá con el tratamiento habitual para la enfermedad en el caso del párkinson y en la demencia vascular, si hay factores de riesgo, como hipertensión, entonces el tratamiento irá orientado a minimizar su impacto.
- Es importante tener en cuenta que las personas con párkinson y demencia con cuerpos de Lewy pueden experimentar una reacción adversa potencialmente mortal si toman neurolépticos, unos fármacos empleados para tratar las alucinaciones y delirios y en casos de agitación o agresividad extrema.
- Los tratamientos no farmacológicos también son fundamentales para enlentecer el ritmo de deterioro físico y mental.
- La familia, al igual que en el alzhéimer, es clave en el abordaje terapéutico.
Algunas recomendaciones finales para el manejo de la demencia
- No hagas por ellos cosas que todavía pueden hacer por sí mismos. Muchas veces nos gana el impulso de ayudar y a la larga es negativo. Si todavía pueden vestirse, que lo hagan, si pelar unos ajos ¡perfecto!
- No discutas ni intentes imponer tu lógica. Su mundo ya no se rige por tus mismas normas, intentar que entienda tu punto de vista solo generará más ansiedad. Decir que no, que su madre ya no vive, una y otra vez, no te llevará a que ella lo entienda.
- Estimula, estimula, estimula. Caminen, hablen, hagan actividades de estimulación cognitiva, vean la tele y comenten, lean la prensa e igual critiquen hasta las comas, pero siempre estimulen cuerpo y mente.
- Aprende cuáles son las situaciones que le hacen sentirse más calmado y otras en que se siente ansioso y agitado. Te puede ahorrar muchos disgustos.
- Pregunta a tu médico todas las dudas, llévalas escritas en un papel, así no olvidas nada.