Científicos españoles detectan hongos en el cerebro de personas con alzhéimer. El año pasado ya habían encontrado evidencias en este sentido. Reabren el debate sobre la posible influencia de microorganismos infecciosos en el origen de la enfermedad.
Mientras más se investiga sobre el alzhéimer más evidente se hace lo poco que sabemos aún sobre esta enfermedad. Cada descubrimiento crea nuevas interrogantes y da la sensación de que el camino a desentrañar la gran A se alarga con cada paso. Nadie dijo que sería fácil ¿O sí? Igual se equivocaron.
Donde más se hacen evidentes los grandes vacíos en el conocimiento de la enfermedad es en la identificación de las causas. Porque sí, actualmente no se sabe exactamente qué causa la enfermedad de Alzheimer.
Se hipotetiza que la acumulación patológica de sustancia beta-amiloide induce la formación de ovillos de proteína TAU al interior de las neuronas. Ambos, la formación de placas amiloides y los ovillos de proteína Tau contribuyen a que las neuronas en el cerebro de los enfermos no puedan comunicarse entre sí y que mueran.
Además varios elementos apuntan a que el alzhéimer puede ser una enfermedad autoinmune, es decir, que el sistema inmunitario puede estar matando neuronas sanas. Por último, las investigaciones más recientes están encontrando elementos que apuntan a la posibilidad de la enfermedad de Alzheimer etiológicamente vinculada a un agente infeccioso externo.
La última evidencia viene de la mano de investigadores españoles que detectaron hongos en el tejido cerebral de personas fallecidas con enfermedad de Alzheimer. Ya en el año 2014 este grupo de científicos había encontrado evidencias en ese sentido en análisis de sangre de personas con la enfermedad. En esta ocasión la investigación fue publicada en la revista Scientific Reports y ha vuelto a traer el debate sobre el posible origen infeccioso de la enfermedad.
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Hongos en el cerebro de personas con alzhéimer.
Los investigadores analizaron el tejido cerebral de 14 personas fallecidas con enfermedad de Alzheimer y lo compararon con el tejido cerebral de 10 personas fallecidas sin enfermedad de Alzheimer. Comprobaron que efectivamente, en el cerebro de los primeros había rastros de infección por hongos dentro y fuera de las células además de en los vasos sanguíneos. En palabras del investigador principal del estudio, Luis Carrasco, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) citado por Redacción Médica:
Estos resultados demuestran de forma clara, tanto desde el punto de vista morfológico como del examen del DNA fúngico, que en los pacientes con enfermedad de Alzheimer existen infecciones mixtas causadas por varias especies de hongos (…) Todos los síntomas clínicos, junto con el hecho de que la enfermedad progrese de manera lenta, está de acuerdo con la posibilidad de que exista una infección fúngica.
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¿Prueba esto que la enfermedad de Alzheimer tiene origen en la infección por microorganismos como hongos? Pues no, ni la cantidad de personas analizadas ni el diseño de la investigación permiten hacer ese tipo de afirmación. En palabras de la Dra Clare Walton, de la organización británica Alzheimer’s Society:
Los rastros de hongos en el cerebro de estas pocas personas con alzhéimer no son suficiente para concluir que juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad. Aunque ha habido investigación en el pasado para explorar si las enfermedades infecciosas pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, los resultados hasta ahora no han sido concluyentes. Sabemos que la enfermedad de Alzheimer debilita la barrera interna que protege al cerebro y esto puede hacer que sea más abierto a las infecciones.
¿Microbios como factor de riesgo de la enfermedad o la enfermedad como facilitadora de infecciones microbianas? Como ya es común que os digamos, la ciencia tiene que seguir investigando.
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