Un nuevo estudio del URMC (University of Rochester Medical Center), utilizando ratones de laboratorio, sugiere que alcanzar un sueño profundo puede incrementar la actividad del sistema glinfático y, por tanto, aumentar la eliminación de proteínas como las placas amiloides en el cerebro.
En los últimos tiempos, diferentes investigaciones han inferido una relación directa entre la calidad del sueño y el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y neurodegenerativas.
Para comprender el surgimiento de esta idea es necesario remontarse al año 2013, cuando un estudio de la Universidad de Rochester evidenciaba por primera vez un incremento en la actividad del sistema glinfático durante el período de descanso.
El sistema glinfático es la vía de transporte de nutrientes y eliminación de toxinas y desechos metabólicos de la actividad neuronal. De acuerdo con el artículo publicado, la expansión y contracción del espacio extracelular durante la fase de sueño profundo, propicia el intercambio entre el líquido intersticial y el cefalorraquídeo.
Luego de su bombeo a través del parénquima cerebral, éste fluido se incorporará al torrente sanguíneo para ser eliminado. Proteínas como el péptido beta-amiloide, cuya acumulación se considera desencadenante de la enfermedad de Alzheimer, son suprimidas a través de este proceso.
Por esta razón, la neurocientífica danesa Maiken Nedergaard y sus colaboradores sugirieron que deficiencias en el período de sueño y, por tanto, en el funcionamiento del sistema glinfático, podrían ocasionar un incremento en el riesgo de aparición de Alzheimer y demencia.
Este año un nuevo estudio del Centro médico de la Universidad de Rochester (University of Rochester Medical Center) se propuso demostrar esta afirmación.
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Un estudio experimental en ratones que reproduce el estado de sueño profundo
Factores como la dinámica cardiopulmonar y las ondas delta, que se registran mayormente durante el sueño profundo, pueden influir en la eficiencia del sistema glinfático.
Con el objetivo de medir el impacto de la actividad neuronal y cardíaca en el flujo del líquido cefalorraquídeo, un equipo del Centro de Neuromedicina Interpretativa (Center for Translational Neuromedicine) mimetizó las condiciones existentes durante la fase de sueño profundo no-REM, utilizando 6 combinaciones de anestésicos en ratones de ambos sexos.
Los resultados sugieren que la combinación de ketamina con xylazina (K/X) crea el escenario más similar al del estado de sueño profundo (incremento en las ondas delta cerebrales y disminución en la actividad cardíaca) en comparación con los tratamientos con chloralosa y Avertin, por ejemplo. Estas condiciones parecen ser las óptimas para el funcionamiento del sistema glinfático.
Los autores infieren que el cerebro de las personas de edad avanzada, cuya capacidad para entrar en sueño profundo disminuye cada vez más, tiene menor posibilidad de eliminar toxinas.
Por esta razón, pueden ser más susceptibles a la acumulación de moléculas negativas como las proteínas mal plegadas que, según se supone, marcan la aparición de desórdenes neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.
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Visión futura
De acuerdo con el artículo publicado en la revista Science Advances, el ciclo de sueño-vigilia regula la única vía para la supresión de desechos metabólicos del cerebro. Sus resultados sugieren que el incremento en la frecuencia de ondas cerebrales lentas y la estabilización de la actividad cardíaca aumentan la eficiencia del sistema.
Sin embargo, las condiciones creadas por los anestésicos en ratones no son exactamente las mismas que las que muestra un ser humano durante el sueño profundo, ya que otros mecanismos farmacodinámicos podrían afectarlas.
Más que esclarecer la relación sueño – sistema glinfático, esta investigación supone un avance hacia el entendimiento del efecto de la anestesia en la actividad neuronal durante y después de una cirugía.
No obstante, se necesitan estudios clínicos que se enfoquen en dilucidar las mejores vías para incrementar el flujo del líquido cefalorraquídeo, y, de esta manera, propiciar una rápida recuperación cognitiva en los pacientes luego de ser operados.
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Fuentes bibliográficas
University of Rochester Medical Center. «Not all sleep is equal when it comes to cleaning the brain.»
ScienceDaily. 27/02/2019. En: https://www.sciencedaily.com/releases/2019/02/190227173111.htm
Hablitz, L., H. S. Vinitsky, Q. Sun, F. F. Stæger, B. Sigurdsson, K. N. Mortensen, T. O. Lilius y M. Nedergaard. Increased glymphatic influx is correlated with high EEG delta power and low heart rate in mice under anesthesia. Science Advances. 2019; 5: eaav5447. En: http://advances.sciencemag.org/content/5/2/eaav5447/tab-pdf
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