Diferencias entre ultrasonido focal guiado por resonancia magnética y estimulación cerebral profunda en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, dos procedimientos que marcan un antes y un después en la vida de pacientes en fase avanzada de la enfermedad. Pero también dos tratamientos muy mediatizados.
He leído comentarios y artículos de prensa que proyectan el tratamiento con ultrasonido focal de alta intensidad, conocido como HIFU por sus siglas en inglés, como la gran solución para muchos de los problemas que presentan las personas en fase avanzada de párkinson.
Una solución muy atractiva teniendo en cuenta que en ningún momento al paciente se le abre el cráneo. A todos esos comentarios se les olvida un pequeño detalle: no hay apertura de cráneo, pero hay una lesión cerebral y es permanente.
También están los que proyectan la estimulación cerebral profunda (DBS por sus siglas en inglés) casi como un generador de milagros; se suceden los vídeos en Internet de pacientes que en un instante ven desvanecerse buena parte de sus síntomas motores.
Aquí hay otro detalle a tener en cuenta: en la DBS sí se abre el cráneo y es un procedimiento muy invasivo, vamos, una cirugía cerebral en toda regla.
Ambos tratamientos son avances magníficos en el tratamiento del párkinson, especialmente para aquellas personas en fase avanzada de la enfermedad, a las cuales los medicamentos ya no le hacen el efecto deseado.
Sin embargo, a la hora de valorarlos hay que tener en cuenta las fortalezas y debilidades de cada terapia, un tema que abordaremos en este artículo. Antes, aclaremos brevemente en qué consiste cada una de ellas.
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¿Qué es el ultrasonido focal de alta intensidad?
Sobre el HIFU guiado por resonancia magnética ya nos habló en su momento uno de los profesionales que lo realiza en España, el Dr. Raúl Martínez del Centro Integral de Neurociencias, en Madrid. El Dr. Martínez explicaba que:
“En el tratamiento conseguimos provocar lesiones en unos núcleos del cerebro que nosotros conocemos que están alterados por la enfermedad de Parkinson, con una máquina de ultrasonidos guiada por una resonancia magnética. Básicamente, se trata de realizar lesiones en esos núcleos con la intención de interrumpir una actividad anómala que está provocando parte de los síntomas motores de la enfermedad”.
En este caso no hay dispositivos extras de por medio, ni tampoco operación clásicamente entendida, en el sentido de que en ningún momento se accede al cerebro físicamente.
Los beneficios que pueden esperarse son similares a los de la DBS, según comentó el Dr. Martínez en otra entrevista concedida al portal Curemos el Parkinson.
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¿Qué es la estimulación cerebral profunda?
La estimulación cerebral profunda es un tratamiento quirúrgico que implica la colocación de un fino cable, con 4 contactos en su extremo, en una zona cerebral cuidadosamente seleccionada (National Parkinson Foundation,2017).
El cable va conectado a un dispositivo semejante a un marcapasos, llamado neuroestimulador, que va colocado debajo de la piel en el pecho y es el que provee la energía necesaria para que los cables emitan impulsos eléctricos en el cerebro.
Mediante ese dispositivo se puede activar o desactivar el sistema, al igual que ajustar varios parámetros de la estimulación, una de las grandes ventajas de la estimulación cerebral profunda.
Los pacientes, una vez ajustado el neuroestimulador, pueden esperar experimentar una disminución sustancial (en algunos casos supresión) del temblor y mejoras significativas de otros síntomas como la rigidez y lentitud de movimientos.
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¿Estimulación cerebral profunda o ultrasonido focal de alta intensidad?
Ahora bien, tenemos dos tratamientos con resultados semejantes, pero esencialmente distintos en el procedimiento, ¿qué más los diferencia? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas?
Afortunadamente, ese fue un tema a debate en una reunión anual de la Academia Americana de Neurología (AAN) en 2017. Según informa MedPage Today, en la reunión se formaron dos grupos, uno que ofreció argumentos a favor del HIFU y otro encargado de señalar sus debilidades.
A favor del HIFU se menciona continuamente que el procedimiento es mucho más sencillo que una operación cerebral, con menos riesgo de complicaciones.
Con DBS el riesgo de hemorragias, infecciones y demás complicaciones asociadas a las cirugías cerebrales es claramente mayor. También está el riesgo de tener que volver a intervenir por problemas derivados de un mal funcionamiento del sistema.
Sin embargo, hay un punto muy importante a tener en cuenta: la lesión que se provoca mediante el HIFU es permanente, los cambios que se generan no tienen vuelta atrás.
Si se produce un error al calcular el punto de la lesión y se ocasionan efectos secundarios indeseados, la situación no es reversible.
Con DBS ya mencionamos que el panorama es el contrario; se puede ajustar hasta conseguir el efecto deseado, incluso, si es necesario se puede parar y retirar. Con DBS no se lesiona, sino que se modula la actividad cerebral de forma reversible.
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¿Síntomas en ambos lados del cuerpo? Posiblemente el HIFU no sea para ti
Ya lo comentaba el Dr. Raúl Martínez en la entrevista realizada en Curemos el párkinson, el HIFU no está recomendado para aquellas personas con alteraciones motoras significativas a ambos lados del cuerpo.
¿Por qué? Porque solo se hace en un hemisferio cerebral, hacerlo en los dos por el momento implica un riesgo demasiado alto de efectos secundarios.
Por el contrario, DBS sí se realiza bilateralmente con buenos resultados.
¿Qué tal vas de tiempo? Con DBS necesitarás dedicar muchos días a ajustar el sistema
Con HIFU, una vez está realizado, apenas si tienes que volver a ver al neurólogo. Con DBS puedes estar yendo durante muchos meses a ajustar los parámetros del neuroestimulador, ya que encontrar el equilibrio necesario puede ser difícil.
Algunas personas lo alcanzan en pocas visitas, otras, como ya dijimos, pueden pasar meses en ese proceso.
HIFU, más barato
El HIFU es más accesible económicamente si se le compara con DBS (por la vía privada). Un tratamiento con HIFU cuesta entre 18 000 y 20 000 euros, según información divulgada por el diario 20minutos. La estimulación cerebral profunda supera los 44 000 euros.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en España la DBS, en los casos en que se demuestre su necesidad, está cubierta por la seguridad social. Eso sí, lista de espera mediante.
DBS, mucho más estudiada
El recorrido de la DBS en el párkinson es mucho más amplio, es un procedimiento muy estudiado y conocido, algo que no sucede con el HIFU, relativamente novedoso y con pocos pacientes tratados en el mundo.
¿HIFU o DBS?
Evidentemente no nos decantamos por ninguno, es una decisión demasiado importante como para intentar imponer un criterio.
La accesibilidad, las condiciones personales y el criterio médico deben ser tomados en cuenta. Tampoco hay que perder de vista que no todos los enfermos son buenos candidatos para estos tratamientos y que no son curas, sino terapias sintomáticas. Eso sí, muy efectivas.
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Fuentes y referencias
National Parkinson Foundation (2017): Parkinson’s Disease: Guide to Deep Brain Stimulation Therapy. En http://www.parkinson.org/sites/default/files/Guide_to_DBS_Stimulation_Therapy.pdf
Parkinson’s Foundation: What’s Hot in PD? The Myth About Focused Ultrasound Therapy Being the Scalpel-less Cure for Parkinson’s Disease. En http://www.parkinson.org/blog/whats-hot/focused-ultrasound-myth
Raeburn, P (2017): Wise Buy? Focused Ultrasound Therapies. En https://www.medpagetoday.com/Radiology/TherapeuticRadiology/64885
Santos, D (2017): Especial párkinson avanzado | HIFU, LIFU y otras terapias neuroquirúrgicas. En http://www.curemoselparkinson.org/articulos-cientificos/especial-parkinson-avanzado-hifu-lifu-y-otras-terapias-neuroquirurgicas/