Sí, las mujeres viven más que los hombres, seguramente ya lo ha notado. Siempre se ha especulado sobre los factores que condicionan este fenómeno y recientemente a un grupo de investigadores se les ocurrió hacer algo que una pensaría que ya se había hecho: tirar de métodos demográficos y estadísticos e investigar el por qué. Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science
Los científicos, de la Escuela de Gerontología Leonard Davis, de la Universidad del Sur de California, dieron con parte de la respuesta. Según los expertos esta diferencia no siempre fue así, de hecho, es relativamente reciente.
Empezó a gestarse a principios del siglo XX gracias a los avances en materia de prevención de enfermedades infecciosas y de atención médica en general. Los investigadores analizaron los datos de los nacidos entre 1800 y 1935 en trece naciones de las llamadas desarrolladas. Centrándose en las causas de muerte entre los mayores de 40 años los expertos detectaron que la tasa de mortalidad entre las féminas iba disminuyendo hasta un 70% más rápido que en los hombres y debido fundamentalmente a las enfermedades cardíacas que son mucho más comunes entre los hombres.
Se analizaron otras causas para justificar estas diferencias pero ninguna parece tener tanta importancia como las enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, el tabaquismo es el responsable de un 30% de las diferencias en la mortalidad entre ambos sexos.
Evidentemente este análisis solo responde a medias a la pregunta de por qué las diferencias. Queda por saber las causas de que los hombres sean más propensos a padecer enfermedades cardiovasculares. Se especula sobre el hecho de que ambos enfrentan diferentes factores de riesgo cardiovascular debido a condiciones biológicas inherentes o que tengan factores de protección diferenciados en determinados momentos de su vida. Al respecto se expresó el profesor Caleb Finch, autor principal de la investigación citado por PsychCentral:
Estudios adicionales podrían incluir el análisis de la dieta y el ejercicio, las diferencias entre países, el examen más profundo de la genética y la vulnerabilidad biológica entre sexos a nivel celular, así como la relación de estos hallazgos para la salud cerebral en edades más avanzadas.