Los medicamentos inhibidores de la colinesterasa de uso habitual en el tratamiento de personas con enfermedad de Alzheimer pueden provocar una pérdida de peso perjudicial según una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de California en San Francisco y publicada en el número de agosto de la revista Journal of American Geriatrics Society.
Los medicamentos anticolinérgicos se usan para controlar los síntomas del alzhéimer; incluyen la rivastigmina, la galantamina y el donepezilo. Uno de los implicados en el estudio, Meera Sheffrin, de la Universidad de California en San Francisco señala la importancia de los resultados:
Esto es muy relevante para el cuidado del paciente porque una pérdida de peso no intencional en los adultos mayores está asociada con muchos resultados adversos, incluyendo el aumento de las tasas de institucionalización y mortalidad, una disminución en el estado funcional y peor calidad de vida.
En el estudio Sheffrin y sus colegas accedieron a una base de datos nacional de EE.UU perteneciente al departamento de Asunto de Veteranos. Estudiaron los datos comprendidos entre el año 2007 y 2010 de personas mayores de 65 años con diagnóstico de demencia y que recibieron por primera vez una prescripción de medicamentos inhibidores de la colinesterasa u otra nueva medicación. Los investigadores se fijaron fundamentalmente en las pérdidas de peso superiores a 4 kg en un año, lo que los médicos consideran suficientemente importante como para reevaluar la aplicación del tratamiento.
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Un total de 1188 personas comenzaron a usar inhibidores de la colinesterasa y se les comparó con 2189 pacientes que comenzaron un tratamiento con otros fármacos. Alrededor de un 29.3 % de los pacientes que usaron fármacos inhibidores de la colinesterasa experimentaron una pérdida de peso significativa en comparación con el 22.8 % del grupo que no usó estos medicamentos.
Para Sheffrin los resultados demuestran que las personas que comienzan a usar inhibidores de la colinesterasa tienen un riesgo mayor de pérdida de peso clínicamente significativa. Una de cada 21 personas en la investigación tratada con estos fármacos experimentó al menos una pérdida de peso de más de 4kg en 12 meses.
Los investigadores reconocen que hacen falta más estudios para validar plenamente estos resultados aunque aseguran deberían ser tomados en consideración por los médicos a la hora de prescribir fármacos de esta naturaleza:
Los médicos deben tener en cuenta el riesgo de pérdida de peso la hora de sopesar los riesgos y beneficios de los inhibidores de la colinesterasa que prescriben en pacientes con demencia.
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