¿Quién no ha visto una escena en que la música obra una especie de milagro en la persona con Alzheimer? En los últimos tiempos, conscientes cada vez más del poder del sonido hecho arte, los profesionales y familiares nos hemos valido de la música para llegar a dónde a nosotros nos es imposible ya. Las preguntas no cesan ¿Por qué no sabe ni su nombre y sí canta una canción? ¿Por qué no se mueve y con la música hasta ríe? La respuesta, o parte de ella, parecen haberla encontrado científicos de la Universidad de Ámsterdam que desarrollaron una investigación en el Instituto Max Planck para la Cognición Humana y Ciencias del Cerebro en Leipzig, Alemania.
Los investigadores han descubierto que las áreas del cerebro involucradas con la memoria musical logran resistir mejor los estragos producidos por la enfermedad de Alzheimer. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Brain el 3 de junio de 2015.
Para llegar a esta conclusión analizaron la respuesta del cerebro ante estímulos musicales desconocidos, poco conocidos y muy conocidos de 32 adultos jóvenes. Mediante una resonancia magnética funcional identificaron qué áreas cerebrales estaban vinculadas a la memoria musical a largo plazo. Los resultados mostraron un papel crucial del cortex del cíngulo anterior y del área motora pre-suplementaria en el procesamiento de la música que muy conocida por los participantes en la investigación.
En una segunda parte del estudio participaron 20 personas con enfermedad de Alzheimer y 34 personas sanas mayores de 60 años en un grupo control. Se analizó la presencia en las áreas vinculadas a la memoria musical a largo plazo de tres biomarcadores para el Alzheimer muy conocidos:la acumulación de sustancia beta –amiloide, alteraciones en el metabolismo de la glucosa y la atrofia cortical.
Los resultados muestran que existe menos atrofia cortical y menor interrupción del metabolismo de la glucosa en las áreas identificadas en comparación a otras partes del cerebro. Sin embargo, la acumulación de sustancia beta-amiloide era muy semejante a la de otras regiones cerebrales lo que según los autores del estudio sugiere que ante el avance de la enfermedad existe una mejor preservación de las áreas del cerebro involucradas con la memoria musical a largo plazo.
Estos resultados ofrecen una explicación científica a escenas que muchas veces dejan asombro y lágrimas por igual. Aunque no sea precisamente ciencia lo que recordamos cuando tenemos la suerte de ser testigos de un momento “musical”.