La representación social asume que a medida que envejecemos somos menos arriesgados. La disminución del volumen de la materia gris en un área cerebral puede justificar en parte este fenómeno.
¿Te asombras de cosas que hiciste hace unos pocos años? ¿Crees que hoy no te atreverías a hacerlo? ¿Evitas situaciones que a la larga pueden resultar ventajosas pero que implican mucho riesgo? No eres el único, la mayoría de los seres humanos a medida que pasa el tiempo preferimos las opciones más seguras, que impliquen menos riesgo.
¿Es porque somos más sabios, aprendemos de la experiencia y sabemos que las cosas es mejor pensarlas con calma? Puede ser, pero una investigación publicada en la revista Nature Communications dice que hay más, que ese cambio gradual a elegir las opciones que impliquen menos riesgo está condicionado por la pérdida de sustancia gris en una zona del cerebro.
¿Quieres ganar 5 dólares o 120? Depende…
En el estudio los investigadores, pertenecientes a universidades estadounidenses, australianas e inglesas, hicieron que 52 personas en edades comprendidas entre los 18 y los 88 años escogieran entre situaciones que representaban diferente grado de riesgo.
En una opción era casi seguro que la persona ganara 5 dólares, mientras que la otra opción, mucho más arriesgada, implicaba la posibilidad de ganar entre 5 y 120 dólares. Como hasta el momento ha indicado la ciencia y la experiencia, los participantes de mayor edad tuvieron más preferencia por la opción segura.
Investigaciones previas habían encontrado que en individuos jóvenes de la misma edad, el volumen de la materia gris de una zona del cerebro denominada corteza parietal posterior estaba relacionado con las conductas de riesgo. A menor volumen de materia gris en esta área, menor eran las conductas de riesgo.
Tomando en cuenta esa información los investigadores analizaron la relación entre el volumen de la materia gris en esa región cerebral y la elección de los participantes durante el experimento. No hubo sorpresas: el volumen de la materia gris en la corteza parietal posterior predecía mejor la conducta de riesgo de los investigados que la propia edad.
Lo que sucede es que esa disminución del volumen de la materia gris es parte del envejecimiento normal, de ahí que la percepción de que los adultos mayores toman menos riesgo puede estar justificado en buena medida por ese cambio en nuestro cerebro.
Una investigación previa, publicada el pasado mes de junio en la revista Current Biology , había encontrado que los mayores tomaban menos riesgo que los jóvenes cuando se trataba de grandes recompensas, pero si la situación implicaba evitar situaciones negativas, entonces su capacidad de asumir grandes riesgos era muy semejante. Si te interesa saber más sobre los resultados de ese artículo, puedes consultarlo a continuación:
¿Por qué a medida que envejecemos tomamos menos riesgos?
Referencias
Grubb, M. A., Tymula, A., Gilaie-Dotan, S., Glimcher, P. W., & Levy, I. (2016). Neuroanatomy accounts for age-related changes in risk preferences. NATURE COMMUNICATIONS, 7(13822), . doi:10.1038/ncomms13822
Rutledge, R., Smittenaar, P., Zeidman, P., Lindenberger, U., Dayan, P., & Dolan, R. (2016). Risk Taking for Potential Reward Decreases across the Lifespan. Current Biology, 26, 1-6.