El principal constituyente de las placas seniles que se acumula en el cerebro de los enfermos de alzheimer es el péptido amiloide. La mayoría de los investigadores sitúan este péptido como la primera causa de la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer puede comenzar antes de los 50 años de edad, con signos tan ligeros y ambiguos que es difícil el diagnóstico temprano.
Un rasgo constante es la pérdida neuronal en el componente de la vía límbica que se encarga del proceso de la memoria.
Existe una tendencia que considera que el factor que desencadena la enfermedad es la producción exacerbada del péptido amiloide en el espacio extracelular, sin embargo, esta no es la única hipótesis.
Hay investigaciones que correlacionan la intensidad del alzhéimer con el número de ovillos neurofibrilares, cuyo principal constituyente no es el péptido amiloide, sino una proteína ubicada en el interior celular.
También te puede interesar leer: Así es apoE4, el principal factor de riesgo genético de alzhéimer tardío
¿Qué es el péptido beta amiloide?
Se produce a patir de un corte en la secuencia de aminoácidos de la proteína precursora del amiloide (PPA).
Este precursor se sintetiza en las neuronas, células del músculo liso de la pared vascular y plaquetas. Aunque no se conoce la función exacta de la PPA, se piensa que actua como un receptor acoplado a proteínas transductoras de señales químicas.
Tiene una solubilidad limitada y forma autoagregados aún más insolubles.
Compone las placas seniles junto a células agregadas y fibras nerviosas alteradas.
Estas placas se distribuyen por amplias regiones del encéfalo como la corteza cerebral, el hipocampo, los ganglios basales, el tálamo e incluso el cerebelo.
Las personas con edad avanzada sin enfermedad de Alzheimer no presentan prácticamente placas seniles, al contrario de lo que sucede en los pacientes.
Los agregados son tóxicos para las neuronas y desencadenan respuestas inmunitarias del tipo inflamatorias.
También te puede interesar leer: Qué es la inflamación y cuál es su papel en el sistema nervioso
¿Cuáles son las evidencias que relacionan al amiloide con el alzhéimer?
El papel clave que cumple la acumulación excesiva del péptido beta amiloide en la patogenia de la enfermedad de Alzheimer queda apuntado por las siguientes observaciones:
- La mayoría de las mutaciones conocidas que se asocian a la enfermedad aumentan la producción del péptido beta amiloide.
- Los pacientes con trisomía 21 (síndrome de Down) poseen tres copias del gen que codifica para la proteína precursora del amiloide y adquieren las características neurológicas de la enfermedad de Alzheimer a una edad intermedia.
- Los ratones transgénicos con una hiperproducción de la proteína precursora del amiloide humana padecen un déficit de aprendizaje y de memoria vinculado a la acumulación de placas seniles.
- La inyección de la proteína amiloide en el hipotálamo y el tálamo anterior de roedores genera alteraciones en los sistemas de neurotransmisión.
- La generación de anticuerpos específicos para el amiloide en las personas con demencia tipo Alzheimer parece atenuar el proceso patológico.
También te puede interesar leer: Demencia en el síndrome de Down. Causas, síntomas y tratamientos
¿Existe algún tratamiento dirigido a esta proteína?
Hoy se dedica considerable atención a tratar de detener la formación de la proteína amiloide o de estimular al sistema inmunitario para que la elimine del tejido encefálico.
Aunque se han desarrollado varios ensayos clínicos con fármacos antiamiloide, en ninguno se ha podido generar mejorías clínicas significativas, un hecho que es utilizado como argumento favorito por quienes consideran errada la hipótesis amiloide.
En general, los tratamientos actuales tienen por diana neurotransmisores y generan beneficios sintomáticos discretos, pero ninguno retrasa o detiene el avance de la enfermedad.
Para su prevención se ha sugerido la estimulación mental y la dieta equilibrada, pero no existen evidencias definitivas sobre la efectividad de esas recomendaciones.
Lo que sí conocemos es que el papel que juega el cuidador del sujeto con alzheimer resulta fundamental, más allá de la carga física y psicológica que esto pueda representar.
También te puede interesar leer: El alzhéimer explicado para todos
Bibliografía
Guyton, C.A. Tratado de fisiología médica. Elsevier 12, 1993.
Saladin, K.S. Anatomía y Fisiología. La unidad entre forma y función. Mc.Graw. Hill 6, 2013.
Silvia Gra Menéndez, Noel Padrón Pérez y Juan de Jesús Llibre Rodríguez. «Péptido beta amiloide, proteína Tau y enfermedad de Alzheimer.» Rev Cubana Invest Biomed 21(4), 2002: 253-261.