Los niveles o grados del autismo están definidos por los niveles de ayuda que necesitará una persona dentro del espectro para desempeñarse en el hogar, en la escuela y demás contextos vitales.
Año 2013: la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) publica, tras más de 10 años de trabajo, la quinta versión de su famoso Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DSM-5.
Como ya se esperaba, prácticamente es tradición, las polémicas no tardaron en llegar y eternizarse (duran hasta que sale el próximo manual y comienza un nuevo ciclo).
Un punto llamó especialmente la atención: desaparecía el síndrome de Asperger, el trastorno autista y el trastorno desintegrativo infantil, entre otros trastornos incluidos en los llamados trastornos del desarrollo.
Con el DSM V todas esas condiciones pasaron a estar incluidas bajo un mismo término: Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
Los profesionales que para diagnosticar se guían por los criterios que establece la APA, no deben diagnosticar, por ejemplo, síndrome de Asperger, sino que ahora hay un diagnóstico común, el de Trastorno del Espectro del Autismo.
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¿Y cómo diferenciar?
Seguramente ya te estarás preguntando, ¿y cómo diferenciar entre la gran diversidad que existe dentro del espectro?
Porque una persona con discapacidad intelectual, que rechaza interactuar con otras personas, tendría el mismo diagnóstico que otra que va a la universidad y busca establecer relaciones sociales.
Y evidentemente, ambos necesitarán apoyos e intervenciones terapéuticas diferentes.
Pues bien, entre otras opciones, el DSM 5 propone tres niveles de gravedad, definidos cada uno de ellos por la necesidad de apoyo que tenga la persona para su funcionamiento diario. Vamos a conocerlos.
Niveles o grados del autismo según el DSM V
Nivel 1: Necesita ayuda
Este grado se correspondería con lo que popularmente se denomina autismo leve. Personas con habilidades para la comunicación verbal y motivadas por interactuar con otros, pero que sus intentos de acercamiento pueden resultar peculiares a los demás.
En la siguiente tabla se puede leer los criterios que definen este grado uno de Trastorno del Espectro del Autismo.
Nivel 2: Necesita ayuda notable
Si antes hablábamos de personas dentro del espectro con iniciativa para interactuar, las personas en el grado 2 habitualmente solo lo hacen cuando el tema entra dentro de sus intereses.
Las frases suelen ser muy sencillas y la expresión extraverbal resulta muy llamativa, incluso para un observador casual.
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Nivel 3: Necesita ayuda muy notable
Las personas en el grado más profundo del espectro tienen la comunicación verbal limitada a pocas palabras y su respuesta a la iniciativa de los demás para interactuar es escasa en la mayoría de los casos.
Su conducta resulta extrema, por ejemplo; una persona que pasa casi todo el tiempo inmerso en comportamientos estereotipados, como movimientos continuos de las manos o sonidos repetitivos.
Un punto de comienzo en el diagnóstico del TEA
Los defensores de estos nuevos niveles plantean que reflejan más adecuadamente la diversidad dentro del espectro. Además, creen que facilita el diagnóstico de personas que antes quedaban fuera de los márgenes de los subtipos clínicos planteados en el DSM IV.
Sin embargo, muchos los consideran insuficientes y poco específicos. Tampoco es extraño; el conocimiento sobre el TEA está en sus inicios, todavía hay muchas incógnitas que despejar alrededor de esta condición y seguramente los criterios diagnósticos evolucionarán en el futuro.
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Fuentes y referencias
Rebecca Grzadzinski,Marisela Huerta, Catherine Lord (2013): DSM-5 and autism spectrum disorders (ASDs): an opportunity for identifying ASD subtypes
Palomo Seldas, R: DSM-5: la nueva clasificación de los TEA