El síndrome de Asperger en adultos impacta la vida social, de pareja y laboral, aunque esta condición no es un obstáculo inapelable para una vida plena, independiente y exitosa.
A medida que el síndrome de Asperger va siendo más conocido, muchos adultos que durante toda su vida se han sentido (o los han hecho sentir) peculiares, experimentan una suerte de autoreconocimiento cuando leen los síntomas del síndrome.
En algunos, ese reflejo de lo que se es en un primer momento causa miedo, en otros es una especie de liberación, ¡al fin pueden ponerle nombre!
Y saber que no están solos, que miles de personas enfrentan los mismos retos.
El síndrome de Asperger en adultos tiene un impacto particular, al igual que sucede en cualquier otro periodo del ciclo vital.
Para analizar las manifestaciones particulares del asperger en la adultez, vamos a centrarnos en tres áreas fundamentales:
- Social
- Profesional
- Pareja
Antes, aclaremos conceptos básicos.
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¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista (TEA) que influye en la forma en que la persona ve, siente y experimenta el mundo.
Las personas con asperger tienen entre sus características más comunes:
- Dificultades en la interacción social, que le impiden en muchos casos tener relaciones satisfactorias y duraderas.
- Dificultades para comprender las emociones y pensamientos de los demás, lo que llega a ocasionar que sean calificados injustamente de egoístas, fríos o poco considerados en sus relaciones sociales.
- Problemas para comprender el lenguaje no verbal, lo que termina afectando la comunicación y la interacción social anteriormente mencionada.
- Rutinas muy estrictas que, si se ven alteradas, generan una marcada ansiedad.
- Campo de intereses muy específicos, que se refleja en un interés intenso por un tema y en el desinterés por otros.
- Torpeza motora, pobre coordinación de movimientos.
- En ocasiones manifiestan movimientos repetitivos, como el aleteo de las manos o el movimiento concéntrico del cuerpo mientras realizan una tarea.
El síndrome de Asperger no es una enfermedad, ni algo que “se cure”.
Muchas personas viven esta condición como una forma particular de ser y tienen una vida plenamente satisfactoria y exitosa.
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¿Qué diferencia el síndrome de Asperger de un trastorno autista?
Una persona con asperger tiene un desarrollo del lenguaje normal, es decir, alcanza las habilidades que se esperan para su edad.
En el trastorno del espectro autista es común que exista un retraso en el desarrollo del lenguaje.
Esto no quiere decir que el lenguaje de una persona con asperger no presente particularidades, al contrario.
Recordemos que gran parte de los problemas que presentan en la interacción social se deben a dificultades para comprender el lenguaje extraverbal, como los gestos de la cara, el tono o el lenguaje figurativo.
En algunas personas con asperger se puede percibir un tono pomposo o cierta monotonía en el discurso.
Otra diferencia entre el asperger y el autismo que se cita a menudo es que en los segundos predomina el deseo de no interactuar, mientras las personas con asperger sí desean establecer relaciones exitosas, solo que no saben cómo hacerlo, carecen de las habilidades para ello.
Por último, mencionar que los principales manuales de clasificación, como el DSM-V , ya han eliminando el síndrome de Asperger como un posible diagnóstico, proponiendo la categoría común de trastorno del espectro autista (TEA).
Las especificaciones en cada caso se harían en función de los niveles de gravedad, como explicamos en un artículo dedicado al autismo leve.
Síndrome de Asperger en adultos, ¿cómo se manifiesta?
Desde el punto de vista social en la edad adulta destaca el marcado aislamiento, que puede llevar a una persona con aspeger a pasar largos periodos sin tener interacción social.
En la niñez la obligatoriedad de asistir a la escuela imponía la interacción social con los compañeros. En la adultez, dependiendo de la profesión elegida, ya no será así.
Internet y las posibilidades de interacción en el mundo digital han abierto una nueva ventana para las personas con asperger, que de esta forma no tienen que lidiar con los retos de la interacción personal.
Las comunidades de Facebook y los foros se han convertido en un espacio en que el adulto con asperger puede relacionarse con otros que comparten sus mismos códigos.
En relación a la pareja y la sexualidad en el asperger destacan los conflictos que genera la falta de empatía.
Ya mencionamos que a menudo son acusados de ser indiferentes y hasta egoístas, generando las demandas de la pareja un marcado estrés.
La persona con asperger quiere responder a las necesidades de su pareja, solo que no sabe cómo hacerlo.
Desde el punto de vista sexual, un asperger puede experimentar poca necesidad de contacto frecuente.
Y es que, de manera general, su necesidad de cercanía física puede ser menor que el resto de la población y no es extraño que establezcan relaciones a distancia.
Profesionalmente un asperger puede encontrar dificultades para desempeñarse en trabajos que demanden contacto social frecuente. Sin embargo, muchos logran destacar en perfiles que corresponden a su área de interés y en puestos que se adapten a sus características.
En esta línea, las nuevas tecnologías y las profesiones que han generado se han convertido en un nicho de trabajo importante para los adultos y jóvenes con asperger.
Sin embargo, no hay que olvidar que cada situación que demande interactuar con colegas o clientes puede generar ansiedad.
Síndrome de Asperger en adultos: tratamiento
Para aquellas personas que sientan que las características asperger constituyen un problema en su vida, existen opciones de tratamiento, especialmente psicosociales, que intentan desarrollar estrategias que compensen la falta de habilidades sociales.
Un adulto con asperger puede buscar ayuda en servicios de psicología, terapia ocupacional o psiquiatría.
Este último puede ser especialmente útil en casos de depresión y ansiedad.
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Fuentes y referencias
Baron-Cohen, S., Wheelwright, S., Robinson, J. et al. J Autism Dev Disord (2005) 35: 807. https://doi.org/10.1007/s10803-005-0026-5
Roy, M., Dillo, W., Emrich, H. M., & Ohlmeier, M. D. (2009). Asperger’s Syndrome in Adulthood. Deutsches Ärzteblatt International, 106(5), 59–64. http://doi.org/10.3238/arztebl.2009.0059
The National Autistic Society: Asperger síndrome. En http://www.autism.org.uk/about/what-is/asperger.aspx