Dos estudios presentados en una reunión de la American Chemical Society (ACS), apuntan a que existen beneficios en productos naturales como jarabe de arce y arándanos para la enfermedad de Alzheimer.
No hay artículos que gusten más que aquellos que hablan de posibles fármacos para la enfermedad de Alzheimer. Son los que más nos gusta escribir ( a todos nos gustan las buenas noticias) pero también son los que redactamos con mayor precaución, demasiados medios ponen titulares engañosos sobre un tema tan serio.
Cuando en lugar de fármacos hablamos de compuestos naturales la precaución es doble. También está superpoblado el campo de los vendedores de “milagros naturales”. Hoy, a falta de uno, venimos a hablaros de dos productos de la naturaleza al alcance de todos que, según investigaciones recientes, pueden tener un efecto beneficioso para las neuronas durante la enfermedad de Alzheimer. Y encima saben muy bien: son el jarabe de arce y los arándanos. Los resultados de ambos estudios se presentaron en una reunión anual de la American Chemical Society (ACS).
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Arándanos para la memoria cuando ya hay deterioro.
Los arándanos están entre las frutas más populares por su supuesto efecto neuroprotector. La clave de esos beneficios que se le atribuyen para el cerebro parece residir en un compuesto que tiene en abundancia: los flavonoides, en especial un tipo de flavonoide, las antacianinas. Este compuesto tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y en estudios realizados en animales de experimentación, parece que mejora la comunicación entre las neuronas y aumenta la cantidad de glucosa de la que dispone el cerebro. Recordemos que durante la enfermedad de Alzheimer existen grandes problemas en las neuronas para procesar la glucosa.
Ya en el año 2010 la revista Journal of Agricultural and. Food Chemistry se hizo eco de un ensayo clínico realizado en 9 personas a las que se dio zumo de arándanos durante 12 semanas. Al concluir, los investigadores constataron mejorías en la memoria y el aprendizaje.
Seis años después, el director de esa misma investigación, el Dr. Robert Krikorian de la Universidad de Cincinnati, vuelve a traer novedades sobre el efecto de los arándanos en la salud cerebral. En esta ocasión han sido dos los ensayos clínicos.
La primera investigación se realizó en 47 personas mayores de 68 años que tenían deterioro cognitivo leve (DCL), una condición caracterizada por alteraciones de la memoria suficientes como para ser notadas, pero no tanto como para afectar el funcionamiento diario. Las personas con DCL tienen un riesgo mayor de tener enfermedad de Alzheimer, porque, de hecho, esta condición en sí misma puede estar indicando la presencia de un proceso neurodegenerativo como el alzhéimer.
Los 47 adultos mayores fueron divididos en dos grupos: uno tomó polvo de arándanos y otro, una sustancia placebo durante 16 semanas. Al analizar el estado cognitivo de los participantes en el estudio, los investigadores encontraron que aquellos que consumieron el polvo de arándanos—el equivalente a una taza de la fruta— experimentaron una mejoría en la memoria y en la activación de ciertas áreas del cerebro.
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El segundo ensayo clínico fue menos contundente. Implicó a 94 personas entre 62 y 80 años que tenían quejas subjetivas de problemas de memoria, pero que al valorarlas a través de pruebas cognitivas no se detectó ninguna anomalía en el funcionamiento intelectual.
Estas personas fueron divididas en cuatro grupos, uno tomó polvo de arándanos, otro aceite de pescado, un tercer grupo polvo de arándanos y aceite de pescado a la vez y el cuarto grupo tomó un compuesto placebo.
En los resultados de este ensayo es donde las cosas parecen menos claras. Según el profesor Krikorian:
Los resultados no fueron tan robustos como en el primer estudio. La cognición era algo mejor en aquellos con polvo o aceite de pescado por separado, pero hubo poca mejoría con la memoria.
El profesor Krikorian opina que el efecto de los arándanos puede estar condicionado por la salud cerebral de base, obteniendo los mejores beneficios aquellas personas que ya tienen un deterioro cognitivo moderado. Eso sí, como siempre decimos, hay que seguir investigando.
Jarabe de arce para detener la desnaturalización de las proteínas.
Un producto típico canadiense y de otro lugar no esperábamos esta investigación dirigida por científicos de la Universidad de Toronto en la que también participaron varios centros estadounidenses. El que el jarabe de arce puede tener algún efecto beneficioso en la enfermedad de Alzheimer no sorprende si tenemos en cuenta que es rico en compuestos fenólicos, lo mismo que los arándanos son ricos en flavonoides, que es también un compuesto fenólico.
Los investigadores encontraron que un extracto del jarabe de arce detenía el proceso de plegamiento de las proteínas que están en el origen de la enfermedad de Alzheimer.
El alzhéimer se desarrolla cuando por causas aún no conocidas, proteínas como la beta amiloide y la TAU pierden su estructura natural y se pliegan y forman agregados que resultan tóxicos para el cerebro. El jarabe de arce parece detener ese proceso, aunque aún apenas se tienen detalles de la investigación. Según uno de los científicos que participó en la misma, el Dr. Navindra P Seeram, citado por el periódico británico Mirror:
Productos alimenticios naturales como el té verde, el vino tinto, las bayas, la curcumina y las granadas continúan siendo estudiados por sus potenciales beneficios en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer. Y ahora, en los estudios preliminares de laboratorio basados en la enfermedad de Alzheimer, extractos fenólicos enriquecidos de jarabe de arce de Canadá mostraron efectos neuroprotectores, similares al resveratrol, un compuesto que se encuentra en el vino tinto.
Estos resultados en ningún momento indican que comer arándanos o tomar jarabe de arce vaya evitar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer o lograr mejorías significativas en las personas que ya tienen la enfermedad. De comprobarse finalmente todos estos resultados, seguramente se creen compuestos que tengan la sustancia beneficiosa en mayor concentración. Pero mientras, no hay nada que impida comer una buena ración de arándanos o tomar una cucharada de jarabe de arce.
Referencias
AMERICAN CHEMICAL SOCIETY (2016, March 13). Blueberries, the well-known ‘super fruit,’ could help fight Alzheimer’s. Eureka Alert. Disponible en http://www.eurekalert.org/pub_releases/2016-03/acs-btw021816.php
Bishop, R. (2016, March 14). Alzheimer’s cure could be closer (and much tastier) than you think. Mirror. Disponible en http://www.mirror.co.uk/news/weird-news/alzheimers-cure-could-closer-much-7555681
KRIKORIAN, R., SHIDLER, M. D., NASH, T. A., KALT, W., VINQVIST-TYMCHUK, M. R., SHUKITT-HALE, B., & JOSEPH, J. A. (2010). Blueberry Supplementation improves memory in older adults. , 58(7), . Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2850944/