Un ensayo clínico que evaluaba la ketamina intranasal para la depresión resistente al tratamiento tuvo que ser suspendido debido a los efectos secundarios que experimentaron los pacientes. El estudio pone en duda esta vía de administración.
Considerada como una de las grandes esperanzas en el abordaje de la depresión resistente al tratamiento, la ciencia sigue encontrando razones para andarse con mucha precaución en el uso de la ketamina como terapia antidepresiva.
En Australia, un ensayo clínico piloto con ketamina intranasal tuvo que ser suspendido debido a los efectos secundarios de consideración que experimentaron los pacientes.
Está claro que el método intranasal de administración de ketamina no es tan simple como parecía al principio».
En esos términos se expresaba la profesora de la Universidad de Nueva Gales del Sur Colleen Loo, directora de la investigación cuyos resultados se publicaron recientemente en la revista Journal of Psychopharmacology.
¿Qué sucedió?
El estudio estaba diseñado para que 10 pacientes con depresión resistente al tratamiento recibieran mediante un dispositivo intranasal 8 tratamientos (durante 4 semanas) con ketamina o con midazolam, considerándose este último el grupo control.
Pero este ensayo piloto no pudo llegar al final y fue suspendido después de que solo 5 pacientes recibieron la terapia.
Las causas están en los efectos secundarios de consideración que provocó la administración de ketamina por esta vía, que llegó a ocasionar síntomas psicóticos, descoordinación motora y presión arterial alta.
En algunos casos, los efectos instantáneos al administrarse la ketamina fueron tan significativos que entre un spray y otro pasaron más de 45 minutos.
También te puede interesar leer: Los 3 tratamientos más radicales para la depresión
¿Por qué la ketamina intranasal resulta tan potente?
En opinión de la doctora Loo:
Muchos factores entran en juego cuando se trata de tratamientos con aerosoles nasales de ketamina. La absorción variará de una persona a otra y puede fluctuar en un día determinado en un mismo individuo en función de los niveles de moco en la nariz y la técnica de aplicación específica utilizada «.
Y añade:
La administración intranasal de ketamina es muy potente porque evita las vías metabólicas y la ketamina se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo. Pero como muestran nuestros resultados, esto puede conducir a problemas con picos altos de ketamina en algunas personas, lo que causa dificultades».
Otra de las razones detrás de esta situación es que no se calculó de forma individual la dosis, sino que se empleó una dosis única, algo que se ha revelado un error.
También te puede interesar leer: Qué es la depresión reactiva y cuál tratamiento es el más efectivo
La vía intravenosa, la más estudiada
Los investigadores decidieron investigar esta vía de administración debido a que la más estudiada hasta el momento, la vía intravenosa, no es la más práctica para contextos clínicos.
Además, decidieron evaluar una dosis única, cuando hasta ahora la dosis se calcula en función del peso del paciente.
Pero este intento de facilitar la administración de ketamina a pacientes con depresión resistente al tratamiento no ha tenido éxito.
La Dra. Loo considera que:
Se necesita más investigación para identificar el nivel óptimo de dosis de ketamina para cada método específico de aplicación antes de que los aerosoles nasales se puedan considerar una opción de tratamiento factible».
También te puede interesar leer: Tengo depresión, ¿qué puedo hacer?
Fuentes y referencias
Gálvez, Verònica, et al. (2018): Repeated intranasal ketamine for treatment-resistant depression – the way to go? Results from a pilot randomised controlled trial. Journal of Psychopharmacology https://doi.org/10.1177/0269881118760660
University of New South Wales (2018): Study casts doubt on ketamine nasal sprays for depression. En https://newsroom.unsw.edu.au/news/health/study-casts-doubt-ketamine-nasal-sprays-depression
