Cómo mejorar las funciones ejecutivas con 5 buenos trucos


Mejorar las funciones ejecutivas es posible y los resultados en el día a día pueden ser importantes. Muchas veces cosas tan evidentes e inmediatas como una planificación previa son la clave para el éxito.  

mejorar las funciones ejecutivas

Muchas de las tareas que llevamos a cabo necesitan de una planificación secuenciada, y de que tomemos determinadas decisiones en función de alcanzar una meta.

Estas operaciones implican un patrón complejo de interacciones en nuestro cerebro, que es regulado por nuestro lóbulo frontal, una de las partes más evolucionada de la neo-corteza. Es lo que llamamos funciones ejecutivas.

Como los ejecutivos de una empresa, estas funciones son una suerte de director o coordinador de alto rango que orienta y dirige los comportamientos hacia determinadas metas y sin ellas, muchos de los grandes proyectos de la humanidad no hubiesen pasado de ser fantasías.

¿Qué sucede cuando se afectan las funciones ejecutivas?

Una forma clara de poner un ejemplo de funciones ejecutivas es mostrando qué sucede cuando se ven dañadas. Las personas con afectaciones en el funcionamiento ejecutivo tendrán muchos problemas para planificar su comportamiento y para alcanzar las metas que se proponen.

En la vida a veces creemos que las cosas sucederán de un modo y de pronto nuestros planes se ven afectados por inesperados contratiempos. Entonces, tendremos que tomar decisiones rápidas e improvisar modos de acción alternativos. Pero si tus funciones ejecutivas están afectadas, esto te será en extremo difícil.

Ser creativo para una persona con alteraciones en las funciones ejecutivas es todo un reto. Muchas veces se descubre la afectación debido al comportamiento impulsivo de la persona, que actúa sin prever las consecuencias.

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¿Qué enfermedades provocan alteraciones de las funciones ejecutivas?

Como sucede a toda función del cerebro, los traumatismos craneocefálicos y los tumores cerebrales son una fuente de daño a las funciones ejecutivas que no puede ser pasadas por alto. El daño, claro está, dependerá de la localización del tumor o la magnitud del traumatismo.

Sin embargo, existen otras patologías que se caracterizan por afectar las funciones ejecutivas, entre las que podemos mencionar:

  • Esquizofrenia
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
  • Trastorno de personalidad antisocial
  • Autismo
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

La demencia es otra condición que prácticamente arrasa en sus fases moderadas y avanzadas con las funciones ejecutivas.

¿Se pueden mejorar las funciones ejecutivas?

Sí. Nuestro cerebro funciona través de múltiples conexiones que se van conformando en nuestra relación con otras personas y a través de las actividades que realizamos. Estás conexiones se empiezan a formar desde etapas muy tempranas, pero siempre pueden ser modificadas. A esto último se le denomina plasticidad cerebral.

Gracias a la plasticidad cerebral, no importa el nivel de desarrollo de tus funciones ejecutivas, siempre podrás ir más allá.

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Cómo mejorar las funciones ejecutivas.

mejorar las funciones ejecutivas

A continuación, te dejo con una serie trucos o ideas que te ayudaran a mejorar y a optimizar tus funciones ejecutivas. De querer actividades para trabajar las funciones ejecutivas más específicas y planificadas, en Internet encontrarás multitud de recursos, solo asegúrate de invertir tu tiempo en webs confiables.

Debes tener en cuenta que los ejercicios para mejorar las funciones ejecutivas no son una pastilla mágica. No se trata de hacerlo una vez y ya. Debes incorporarlos como parte de tu vida. Al igual que estas ideas que te proponemos:

Divide las tareas en partes más pequeñas

Siempre que vayas a llevar a cabo un proyecto, intenta visualizarlo no como un todo demasiado complejo, sino como pequeños pasos que debes ir dando. Haz una lista con los pasos. Avanza a través de ello y marca en tu lista aquellos que vas venciendo.

Planifica tu tiempo de una manera eficiente

Es increíble lo útil que resulta esto. Por lo general nuestras actividades requieren un tiempo determinado que, si nos esforzamos en ello, seremos capaces de imaginar. Debes planificar tu tiempo en función de las actividades de cada día. Pero también debes tener en cuenta que cada tarea contará con ciertos contratiempos. Inclúyelos en tu planificación.

Practica deporte

Está comprobado que la práctica de deporte no solo te ayuda desde un punto de vista físico, sino que también mejora tu rendimiento cognitivo. Tendrás que focalizar tu atención en diversos estímulos. Tomar decisiones rápidas y analizar patrones de juego. Estarás ejercitando tu mente y ella es como un músculo.

La música, un aliado.

Tocar un instrumento, bailar o escuchar música tendrá también un efecto marcado en tu memoria de trabajo (esencial para las funciones ejecutivas), en tu habilidad para improvisar y en tu flexibilidad. Mientras más compleja sea la música, mayor será su beneficio.

Participa en puestas en escenas.

¿Te sorprende esta idea? Para nosotros, que nos encanta el arte, esta es una opción normal, pero entendemos que a más de una persona le resulte ¿inesperada?

Sin embargo , las puestas en escenas teatrales exigen una rutina de trabajo que implica trabajo en equipo, improvisación y memorización de guiones, tareas que también mejoraran tus funciones ejecutivas. Y además, ¡lo pasas en grande!

Existen muchos grupos de teatro de aficionados a los que puedes acercarte. Si no te atreves no pasa nada, siempre tienes otras manifiestaciones artísticas y deportivas con las que estimular mente y espíritu.

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Referencias bibliográficas.

Strategies for Strengthening the Brain’s Executive Functions. Disponible en https://www.edutopia.org/blog/strategies-strengthening-brains-executive-functions-donna-wilson-marcus-conyers