La hiperhidrosis se caracteriza por una producción excesiva de sudor. Existen varios tratamientos que disminuyen el impacto social que tiene este trastorno en quienes lo padecen.
La sudoración es un mecanismo fisiológico que permite regular la temperatura corporal.
En los seres humanos existen tres tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas, apocrinas y apoecrinas.
Las principales áreas de distribución de las glándulas ecrinas son las palmas de las manos, la región maxilar y las plantas de los pies.
Las apocrinas están localizadas mayoritariamente en las axilas y la región urogenital. Mientras que las apoecrinas (último tipo de glándulas que se describió) se encuentran únicamente en las axilas.
Existe una enfermedad conocida como hiperhidrosis donde el umbral de sudoración es más bajo que el de la sudoración normal diaria. Es decir, se produce más sudor del que se necesita realmente para regular la temperatura corporal.
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Tipos de hiperhidrosis
Hiperhidrosis primaria
La hiperhidrosis primaria se limita a las axilas, palmas de las manos y plantas de los pies.
No existen procesos patológicos asociados que la produzcan. Afecta a ambos sexos y se da en sujetos de todas las razas.
Suele aparecer al inicio de la edad infantil, generando un empeoramiento progresivo hacia la pubertad, para luego disminuir nuevamente en edades avanzadas.
Puede acentuarse por procesos emocionales, temperatura y estímulos vasodilatadores.
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Hiperhidrosis secundaria
En el caso de la hiperhidrosis secundaria el estado de hipersudoración está asociado a un proceso de enfermedad subyacente, como pueden ser:
- Infecciones agudas o crónicas
- Alteraciones del sistema endocrino
- Diabetes mellitus
- Tumores malignos
- Insuficiencia respiratoria
Base fisiológica de la hiperhidrosis
Se ha especulado que el fundamento de la hiperhidrosis radica en el centro hipotalámico, pues allí se controla la sudoración de las palmas de las manos y las plantas de los pies (y en menor medida la de las axilas).
Este control se realiza a través de una inervación simpática sobre las glándulas sudoríparas.
Por esta razón se ha planteado que el origen más probable de la hiperhidrosis es la existencia de una hiperactividad en el sistema nervioso simpático, la cual se manifiesta en los circuitos glandulares ecrinos.
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¿Existe tratamiento para la hiperhidrosis?
Sí existen tratamientos para la sudoración excesiva, por ejemplo:
- Antitranspirantes
- Antiadrenérgicos y anticolinérgicos orales
- Ansiolíticos
- Iontoforesis (paso de corriente eléctrica a bajo voltaje, esto provoca una coagulación de las proteínas superficiales de la piel y el consiguiente bloqueo del conducto sudoríparo)
- Inyección de toxina botulínica tipo A (sólo está permitida en las axilas)
Es importante tener presente que la selección de cualquiera de los métodos corresponde únicamente al personal médico.
Primeramente debe realizarse un examen físico exhaustivo con el propósito de que el médico pueda diferenciar entre una hiperhidrosis primaria y una secundaria.
Este examen físico debe estar dirigido también a tratar de confirmar el patrón de distribución del exceso de sudor.
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Bibliografía
A. Callejas, R. Grimalt, E. Cladellas. «Actualización en hiperhidrosis.» Actas Dermosifiliográficas 101(2), 2010: 110-118.
Nelson Wolosker, Juliana Maria Fukuda. «Current treatment of hyperhidrosis.» J Vasc Bras14 (4), 2015: 279-281.