Los beneficios de la ingesta de pescado con alto contenido de Omega-3, las grasas buenas, han sido constantemente descritos. En particular se especula mucho sobre cómo puede mejorar el cerebro y su funcionamiento.
Recientemente un estudio británico de 2 años de científicos de la Universidad de Oxford encontró que una combinación de Omega-3 y Vitaminas del complejo B previenen la atrofia cerebral propia de la enfermedad de Alzheimer. Ahora otro pequeño estudio viene a dar nuevos elementos(o nuevas incógnitas) en ese sentido.
El estudio que dice que es posible mejorar el cerebro con Omega-3.
La investigación, desarrollada por expertos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, EE.UU, analizó a 40 adultos mayores en edades entre 65 y 75 años, ninguno padecía Alzheimer o alguna otra forma de demencia pero sí eran portadores del gen APOE-E4, que eleva el riesgo de padecer la enfermedad. A los participantes se les hicieron pruebas para valorar las funciones cognitivas y analíticas de sangre para medir los niveles del ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico(DHA) ambos Omega-3. Además se les realizaron pruebas de neuroimagen (Fuente: Fisher Center).
Como resultado encontraron que las personas con alto riesgo de desarrollar Alzheimer (por la presencia del gen APOE-E4) que tenían altos niveles de Omega-3 tenían una mejor flexibilidad mental, cambiaban más fácilmente de una tarea a otra, que aquellos que tenían niveles más bajos de esas grasas. Los participantes con mayor cantidad de Omega-3 también tenían un mayor volumen en la corteza cingulada anterior, área cerebral muy relacionada con las funciones ejecutivas (involucradas en procesos como el razonamiento, la planificación, el control de los impulsos, etc.. ) que tan directamente se encuentran afectadas durante el transcurso de la enfermedad de Alzheimer.
Nuestros resultados se suman a la evidencia de que una nutrición óptima ayuda a preservar la función cognitiva, retrasar la progresión del envejecimiento y reducir la incidencia de enfermedades debilitantes en poblaciones de mayores sanas.
En esos términos se expresó Aron Barbey, autor del estudio que aparece publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.
La investigación no prueba que ingerir más pescado o suplementos de Omega-3 pueda proteger a nadie de la enfermedad de Alzheimer, menos aún teniendo en cuenta lo limitado de la muestra, pero sí que resultaría en mejor salud cerebral.
Nutrición para mejorar el cerebro.
La nutrición se está develando como un factor clave para la salud cerebral. Dietas como la Mediterránea o la MIND han demostrado tener un efecto significativamente beneficioso en ese sentido.
Otra investigación realizada entre asiáticos, latinoamericanos y caribeños citada por el Fisher Center encontró que las personas que comían pescado casi todos los días eran un 20% menos propensos a desarrollar demencia que aquellos que comían pescado pocas veces a la semana.
Aunque la comunidad científica no ha llegado a un consenso sobre qué es indiscutiblemente bueno para el cerebro y qué no, el Instituto de Medicina de EE.UU publicó unas recomendaciones este año en las que incluía la adecuada nutrición como un pilar fundamental.